«La fe en Dios llevó a Antonio Gaudí a revolucionar
la arquitectura»
Considerado como uno de los mayores conocedores de la obra de Gaudí, Jordi
Bonet visitó ayer Donostia para hablar sobre la espiritualidad del escultor.
DAVID TABERNA. DV. SAN SEBASTIÁN
Habla despacio, con paciencia, explicando los detalles para que nada quede bajo una
interrogante, y a pesar de llevar ya casi veinte años al frente de las obras de
la Sagrada Familia, sigue mostrando su admiración y entusiasmo por Antonio Gaudí.
Jordi Bonet (Barcelona, 1925) revela su esperanza de que las obras de las bóvedas
del templo estén acabadas en 2007. «Lo que sí está claro es
que yo no veré la Sagrada Familia finalizada», confiesa. Reconocido como
uno de los mayores estudiosos de la obra del genial arquitecto de Reus, Bonet visitó
ayer el Colegio Mayor Ayete de San Sebastián para ofrecer una conferencia en la
que habló, principalmente, sobre la espiritualidad de Gaudí.
- Lleva casi veinte años al frente de las obras de la Sagrada Familia. ¿Alguna
vez ha pensado en tirar la toalla?
- No. Como a pesar de mi edad tengo buena forma, me siento cómodo. Es tan apasionante
lo que hago que continuaremos con gusto.
- ¿No le intimida la magnitud de la obra?
- La magnitud de la obra hace que haya problemas. De lo que se trata es de conjugar el
camino que él ya trazó. En esa tarea descansa una gran responsabilidad.
Cuando se me propuso iniciar este cometido, tuve mis dudas sobre si sería capaz
de estar a la altura. Y la verdad es que las cosas me han ido de cara.
- Durante muchas de las conferencias que se ofrecieron durante el Año Gaudí
se puso de manifiesto que el arquitecto era más conocido por su figura que por
su obra. ¿Está de acuerdo?
- Indudablemente, el Año Gaudí ha servido para que se le conociera más.
Yo mismo dí alrededor de sesenta conferencias, tanto en España como en el
extranjero, y la verdad es que la Sagrada Familia -un templo en obras, algo inaudito-
ha sido visitada por más de dos millones de personas, tanto durante el Año
Gaudí como en 2003. Y las cifras aumentan. Por lo tanto, creo que el interés
por Gaudí es creciente. Sobre todo, se han dado a conocer unas facetas que eran
desconocidas.
- ¿Por ejemplo?
- Se puede decir que Gaudí era un visionario, y un gran racionalista: no hacía
nada porque sí. Era consciente de que la obra de la Sagrada Familia era de tal
magnitud que no podía terminarla. Pero como sabía que sus ideas eran válidas,
preparó a sus sucesores todo lo necesario para que fueran capaces de hacer todo
lo que él quería.
- ¿Lo dejó todo bien atado?
- Sí, uso una ciencia exacta: la geometría. Todo estaba estaba inspirado
en su valoración y observación de la naturaleza. Gaudí empleó
todo lo que la Naturaleza le enseñaba.
- ¿Qué trató de explicar en la conferencia que ofreció ayer
en el Colegio Mayor Ayete de San Sebastián?
- Habría que remontarse a hace dos años, en Pamplona, donde se me pidió
que hablara de la espiritualidad de Gaudí. Durante la charla de ayer volví
a sacar este tema. La espiritualidad de Gaudí dio lugar a unos resultados sorprendentes.
Él era un personaje que tenía fe. Eso le sirvió para hacer cosas
totalmente nuevas. La fe en Dios le llevó a revolucionar la arquitectura.
- Hablando de fe: la Sagrada Familia es un templo. ¿Algún turista se acuerda
de ello?
- Hay de todo. Cuando las obras de las bóvedas del templo terminen se podrá
rendir el culto en el templo, y naturalmente, se pondrá de manifiesto claramente
que eso es un templo para rezar, cristiano, y abierto a todo el mundo.
- ¿Las obras de las bóvedas finalizarán en 2007?
- Esa es mi ilusión. Las obras se nutren de los donativos de la gente y si por
cualquier cosa, eso disminuye, no se podrán cumplir los plazos. También
hay dificultades técnicas. Es muy difícil poder precisar lo que vamos a
tardar.
- Hace un par de años estaba construido el 55% del templo. ¿Ha subido algo
el porcentaje?
- ¿Uy! Quizá un 1% o un 2% como mucho. Es tan grande... Caben diez mil
personas.
- ¿Cuáles son las novedades de este año en cuanto a las obras?
- Son unas novedades que no se van a ver porque están en el interior. Hay algo
en el exterior porque estamos realizando ya los pináculos de la nave central, que
están a más de sesenta metros de altura. Se trata de unos símbolos
eucarísticos en color: el cáliz, las espigas, el pan...
- ¿Cómo diseñaría Gaudí la Sagrada Familia en 2004?
¿Qué materiales utilizaría?
- Gaudí ya usó el hormigón armado, la piedra... Lo que ha cambiado
es la forma con que se labra la piedra, por ejemplo. A partir del dibujo informático,
se corta la piedra con las formas geométricas que Gaudí proyectó.
Pero no podemos hacerlo todo. En la Sagrada Familia siempre hay un trabajo de investigación:
de las ideas de Gaudí, y de las tecnologías más punteras.
- ¿Preguntarle cuándo acabarán definitivamente las obras es ridículo?
- No lo sé. Mi ilusión es cerrar las bóvedas para que el templo
pudiera entrar en culto. Piense que tenemos que levantar diez torres, todas ellas más
altas que las ocho ya construidas. Lo único que sé es que yo no lo voy a
ver terminado.
- ¿Cada vez hay más gente devota por Gaudí?
- Creo que sí. Gente que no estaba a favor de la construcción del templo
ha ido cambiando de opinión al ver la calidad, la armonía, la fuerza de
esa nueva arquitectura.
- ¿Para usted Gaudí fue un santo? Se está trabajando en su proceso
de beatificación.
- Yo he conocido a bastante gente que trató con Gaudí, y muchos lo veneraban.
No sólo como artista sino como un hombre que pensaba en los demás. Era austero
y tenía virtudes personales y artísticas.
- ¿La figura de Gaudí tiene una especial magnitud en el extranjero?
- La semana pasada acudieron 150 arquitectos holandeses a Barcelona y quedaron admirados
por el templo. Muchos de los reacios a que continuaran las obras se convencieron de que
había que seguir.
- Dicen que la obra de Gaudí sigue siendo revolucionaria. Eso no dice mucho de
la arquitectura actual.
- A partir de la Naturaleza, Gaudí usa nuevas formas, no para hacer viviendas
ni oficinas, sino par hacer edificios singulares. Y esa idea está en la mente de
muchos grandes arquitectos. Los ayudantes del señor Ghery, el autor del Guggenheim,
visitaron la Sagrada Familia para interesarse por las formas que protagonizan el templo
de Gaudí.
- Por cierto, ¿qué opina del Kursaal?
- Mire, es algo que aún no he visto. Es una de las cosas que tengo anotadas para
visitar. Y hoy a la mañana lo haré.
Diario Vasco
Viernes 2 de Abril 2004
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