El equipo formado por Carolina Rojo, Ricardo Cerezo y Felipe Romeo ha transformado un viejo edificio, construido en 1907 por un arquitecto catalán y abandonado durante más de 60 años, en una réplica libre de la arquitectura de Gaudí. Su cúpula, con un remate acebollado revestido en trencadís de cerámica vidriada, es unica en Argentina.

Esta restauración, que costó más de dos años de arduo trabajo, les valió el primer premio en la bienal de arquitectura 2002

Evoca la Finca Güell, la Casa Vicens, los Jardines Artigas y la Sagrada Familia.

Es la representación de la arquitectura gaudiniana en Buenos Aires.

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