Antoni Gaudí (1852-1926)

Gaudí gran trabajador

Barcelona a finales de siglo estaba en un momento floreciente gracias a la indústria textil, a los ricos les gustaba rodearse de artistas, intelectuales y famoso y la burgesía gozaba de gran prestigio. Este era un buen caldo de cultivo para el joven arquitecto que vio como se abrieron numerosas puertas para realizar sus proyectos. De todas maneras, Gaudí nunca renunció al contacto con las clases obreras menos favorecidas, de las cuales el tambien provenia. No es de extrañar pues que el primer gran proyecto que realizó fue le alojamiento de los trabajadores de una fábrica, la Cooperativa Mataronense. El proyecto debería aportar una mejor calidad de vida a los trabajadores pero el proyectó de Gaudí se adelantó a la época, más conservadora, y solo se construyeron una nave de la fábrica y un quiosco. El arquitecto se desengañó un poco pero la presentación del proyecto en la Exposición Universal de París de 1878 les supuso el principio de la fama. Allí presentó tambien una vitrina para exponer guantes de confección del comercio Esteban Comella y gracias a este conoció quien sería uno de sus mejores amigos y mecenas, Eusebi Güell.

Tras la Exposición Universal decoró la farmacia Gibert de Barcelona, colaboró con el arquitecto Martorell en varios encargos y proyectó el pavellón de caza para Eusebio Güell, aunque nunca se llevó a cabo.

Su relación con Martorell le permitió encargarse de la dirección de la que sería su obra monumental, la Sagrada Familia. Los inicios de esta obra fueron dirigidos por Francisco de Paula del Villar, antiguo profesor de Gaudí, que se ofreció voluntario para llevar a cabo las ideas de Josep Bocabella, fundador de la "Asociación de Devotos de San José". Martorell formaba parte de la junta del Templo y discutió con del Villar sobre los materiales que se debían utilizar para hacer los pilares y sin llegar a un acuerdo, del Villar dimitió. Bocabella ofreció el puesto a Martorell quien, a causa de la situación, no aceptó, y propuso a su joven ayudante, Gaudí, que fue aceptado immediatamente.

En 1883 Gaudí tomó el mando de las obras oficialmente y a ella le dedicó 43 años de su vida.

Ese mismo año recibió el encargo del ceramista Manuel Vicens para construir una casa, en la calle de San Gervasio (hoy calle de las Carolinas), donde el uso de cerámica no preocupaba y los detalles que recordaban las plantas de la zona se hacían ver. También se le pidió la villa de "El Capricho" para el cuñado del Marqués de Comillas, cuyas obras Gaudí nunca dirigió personalmente, delegando su trabajo a Cristòfol Cascante, compañero suyo durante la carrera, que se basó en los planos y las maquetas que su amigo le proporcionó.

Algunos de los siguientes trabajos fueron el Palau Güell y el Palacio de Astorga. En el primero, situado en la calle Nou de la Rambla de Barcelona, Güell confió totalmente en las ideas atrevidas e innovadoras de Gaudí y quedó definitivamente maravillado por la genialidad de su amigo. El segundo fue un encargo de su amigo, el Obispo de Astorga, que consistía en la construcción del Palacio Episcopal que había sido incendiado. Gaudí, entusiasmado, pidió fotografías y libros para poder conocer y ajustarse a las características de aquel lugar.

Unos clientes de Eusebi Güell aprovecharon la presencia de Gaudí en Astorga para pedirle que construyera una casa en una plaza céntrica de León. La construcción, que a menudo recibía críticas por parecer poco estable, tiene aspecto monumental y medieval, y recibe el nombre de la "Casa de los Botines".

Mientras se encargaba de los palacios, alzó el pavellón de la Transatlántica de la Exposición Universal de Barcelona de 1888 y recibió otro de sus tantos encargos religiosos, el colegio de la Teresianas.

Gaudí nunca se sintió reconocido por los organismos oficiales; el Ayuntamiento de Barcelona tan solo le pidió el diseño de las farolas de las plazas Reial y de Palau, y solamente una vez se le otorgó un premio al Mejor Edificio Finalizado en 1900, por su edificio menos extravagante, la Casa Calvet. Ese mismo año empezó un trabajo en la casa Figueras, en el Bellesguard, donde Gaudí realizó otro encargo de un comerciante, y lo convirtió en un homenaje a los reyes de la Edad Media, y empezó también el Park Güell, que en principio debía ser una ciudad-jardín de sesenta chalets para la alta burguesia con distintos servicios comunes. El Park Güell podría representar una urbanización ecológica ya que en el trazado de sus calles se procuró no modificar la configuración del terreno, se reciclaron restos de piezas rotas de fábricas de cerámica para realizar los espectaculares mosaicos y se prohibió totalmente la tala de árboles.

En 1905 se trasladó a vivir con su padre y su sobrina a la casa modelo del parque, obra de su ayudante Berenguer. Pocos meses después murió su padre. Entonces internó a su sobrina en una escuela dónde murió el 11 de enero de 1912.

Entre 1900 y 1914 Gaudí y sus colaboradores trabajaron también en las reformas de la Catedral de Palma de Mallorca. Estos trabajos se centraron en el Coro (que se tenía que trasladar al presbiterio), en algunas vidrieras, en algunos altares laterales y en la nueva ubicación del altar mayor, entre otras cosas. Gaudí fue despedido de la dirección de las obras antes de terminarlas porqué la gente consideraba su trabajo como una traición al estilo original de la iglesia.

Pero las obras más destacadas que Gaudí inició en 1904 fueron las que Josep Batlló le encargó para la casa que tenía en el Passeig de Gràcia. Se trata de una reforma casi total del edificio donde el arquitecto sorprendió a todo el mundo con esos balcones que parece que se muevan, esa gran cruz que corona la ondulada cubierta, un patio interior formidable y unas originales chimeneas. A quien sorprendió más fue al diputado Pere Milá, quien había recomendado a Batlló el genial arquitecto, y junto a su mujer, que era de Reus, decidió encomendarle la construcción de un nuevo edificio en el mismo Paseo pero en la esquina de Provenza, la que sería "La Pedrera". Esta obra se intentó parar desde el ayuntamiento en varias ocasiones debido a que muchas de las partes construidas excedían de lo permitido; Gaudí hizo caso omiso y siguió con su trabajo hasta terminar la casa en 1910.

El 1898 se puso la primera piedra de la iglesia de la Colonia Güell, de la cual solo se construyó la cripta, en Santa Coloma de Cervelló. Esta obra destaca por su originalidad constructiva y por el método que utilizó Gaudí para proyectarla: la maqueta funicular, que consiste en una serie de cordeles y pequeños sacos con pesos proporcionales a los arcos y a las cargas que estos tendrán que soportar.

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