UN GRAN AMIGO DE GAUDÍ, SU PEQUEÑA HISTORIA

Mosén Gil Parés i Vilasau (Barcelona 1880 - 1936)

Gil Parés i Vilasau nació en Barcelona el 3 de octubre de 1880 y fue bautizado el día 7 en la parroquia de Sant Francesc de Paòla.
Estudió en los jesuitas y acabó el bachillerato en 1898. Teniendo vocación al sacerdocio, el año siguiente, 1899, ingresó en el Seminario de Barcelona.
En 1902 comenzó a ser catequista en la Cripta de la Sagrada Familia. Allí conoció a Gaudí, quien le trataba cordialmente; y comenzaron, no obstante la diferencia de edad, una honda amistad.
El 17 de junio, Témporas de la Trinidad de 1905, a los 24 años, Gil Parés recibió la ordenación sacerdotal. Cantó misa el 22 de junio de 1905, solemnidad del CorpusChristi, en la capilla de la Santísima Trinidad de los padres jesuitas de la calle de Caspe. El domingo siguiente, 25 de junio –y cincuenta y tres cumpleaños de Gaudí-, celebró la eucaristía en la Cripta; y el lunes tomó posesión del cargo de capellán-custodio. Era el primer capellán-custodio de la Cripta; le había nombrado el obispo de Barcelona, el cardenal Salvador Casañas i Pagès, que tenía la intención de convertir el Templo de la Sagrada Familia en una parroquia más de la ciudad, contra la opinión de Gaudí. Aún así, Gaudí construyó una casita para que el capellán viviera.
Gil Parés era un sacerdote muy apostólico y en 1906 fundó en la Cripta el Apostolado de la Oración, la Liga de la Perseverancia, la Congregación Maria de Hijas de María, el Ateneo de la Sagrada Familia, etc.
En marzo de 1907, el cardenal Casañas, siguiendo con su idea, estableció la Cripta como tenencia sufragánea de la parroquia de Sant Martí de Porvençals y nombró a mosén Gil capellán teniente. Entonces, el único altar que había era el de la capilla de San José. Mosén Gil pidió hacer uno nuevo, en la zona más amplia, para poder atender al crecido número de feligreses que venían. Gaudí era el primer feligrés.

Gaudí contribuyó con una reproducción del retablo que el escultor Josep Llimona había hecho para el oratorio de la casa Batlló. Actualmente, esta copia se ha substituido por el original de la casa Batlló, que se ha podido recuperar y ahora es el retablo mayor de la Cripta. Los dos, capellán y arquitecto, colaboraron con entusiasmo para hacer de las ceremonias de la Cripta un modelo acabado de la Liturgia católica, con toda su belleza, riqueza simbólica y esplendor comunicativo. Gaudí diseñó cuidadosamente la arquitectura, la decoración, el mobiliario y los objetos litúrgicos con esta finalidad. Introdujeron el canto gregoriano y encargaron un órgano a los constructores de Collbató, que no lo acabaron hasta 1927.

Después de la Semana Trágica, el verano de 1909, mosén Gil propuso a Gaudí hacer unas Escuelas para los niños del barrio que había ido creciendo alrededor del Templo. Gaudí diseñó y construyó una obra maestra y mosén Gil fue el director, hasta 1930. Inicialmente, se seguía el método pedagógico del padre Manjón (1846-1923), fundador de las Escuelas del Ave María de Granada. Unos años después, en 1915, se aplicó el método Montessori.

Mosén Gil fue nombrado por el nuevo obispo de Barcelona, Mons. Enric Reig i Casanova, Vicepresidente de la Junta de Obras. Lo fue desde 1916 hasta después de la muerte de Gaudí.
En 1924, mosén Gil viajó a Roma. El Papa impartió una bendición especial para Gaudí y para todos los trabajadores y feligreses de la Sagrada Familia. En 1928, repitió el viaje.

Mosén Gil –cuyas ideas eran moderadamente republicanas y favorables a la libertad de la nación catalana- se había convertido para Gaudí en un amigo entrañable con quien, además, tenía plena confianza. Así, el arquitecto lo designó albacea en su testamento. Cuando Gaudí falleció, mosén Gil se ocupó de todo.
Pasaron cuatro años y durante la fiesta del Corpus Christi, 29 de junio de 1930, en la procesión por el barrio, el Santísimo, expuesto en su custodia bajo palio, salió precedido por la gran bandera catalana que Gaudí había diseñado con esta finalidad. Esto no sucedía desde 1923, en que el golpe de estado del general Primo de Rivera había iniciado una dictadura militar anticatalana, copia del fascismo italiano de Mussolini. Precisamente, la dictadura había presionado al Vaticano para nombrase obispo de Barcelona a uno de los campeones del odio contra los catalanes, su lengua y sus símbolos nacionales: Mons. Manuel Irurita, que llegó a la diócesis el 16 de mayo de 1930. Desposeyó a mosén Gil de todos sus cargos en la Sagrada Familia y lo destinó, como adscrito, a las Salesas del paseo de Sant Joan. Al irse de la Sagrada Familia, mosén Gil recogió los libros de Gaudí y una pequeña talla de san Benito. No volvería nunca más.
El 19 de julio de 1936 se desató una persecución violenta contra los católicos, la más sanguinaria de la historia de Catalunya. Los sacerdotes católicos eran asesinados impunemente por odio a la fe cristiana, como también las personas que los escondían o les prestaban cualquier tipo de ayuda. El sábado 25 de julio, una patrulla fue a buscar a mosén Gil al piso de la maestra de las Escuelas, Maria Consolació Puig i Querol, en la calle Mallorca, 325, donde vivía. No lo encontraron, porque se había escondido en otro piso, de D. Clodomir Coll i Ibáñez. Los milicianos volvieron hacia las 10 para registrar todos los pisos de la escalera. Mosén Gil se entregó, con el deseo de evitar así más muertes. Se llevaron a los tres y los asesinaron de madrugada, detrás del Hospital de Sant Pau.

Josep Maria Tarragona

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