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Restauración de la Sala Hipóstila y el banco del Park Güell

Criterios de la intervención

Ilusión y respeto

Un trabajo de artesanía

Sala Hipóstila y Teatro Griego

Fases de ejecución




Sala Hipóstila and Greek Theatre

Cuando el Ayuntamiento y el Ministerio de Cultura iniciaron un proyecto de restauración de estas partes del Park Güell, el Ayuntamiento me encargó un estudio histórico-descriptivo del parque, un proyecto de reglamento para el futuro funcionamiento de la zona y la supervisión de todas las obras.

Entregué los documentos que se me pidió y, durante un corto periodo, tuve la ocasión de visitar los trabajos juntamente con los arquitectos autores del proyecto.

No es mi intención criticar la obra hecha y me limitaré a exponer lo que creo que se debería haber hecho. La Sala hipóstila y la plaza habían sido repetidamente restauradas. No creo que hubiese la necesidad de una restauración estructural a fondo, sino la continuación de las obras de mantenimiento.

La escuela vecina se tenía que sacar fuera del parque y hacía falta restituir el edificio al estado que tenía en 1922 la casa Larrard, donde vivió y murió el señor Eusebi Güell Bacigalupi el 9 de Julio de 1918.

El "trencadís" de la parte baja de las columnas de la Sala Hipóstila y del banco del teatro griego es una obra extraordinaria del arte de Gaudí y se había de conservar íntegramente, teniendo cuidado de cambiar solamente las teselas que hubiesen perdido el barniz. Estas teselas tenían que ser fragmentos de baldosa de Valencia, a ser posible antigua, o fabricada con procedimientos de principios de siglo. La operación requería solamente un equipo de un paleta experto en "trencadís" y un par de peones de albañil y empezar la restauración por una punta del banco y, una vez llegado a la otra punta, reiniciar el proceso. Siempre bajo el concepto de mantenimiento, nunca con una restauración violenta.

Cuando Gaudí hizo el banco utilizó obreros especializados en la parte del color, y peones en la parte blanca. Reunió un grupo de peones de albañil y les mostró un montón de baldosas de Valencia blancas y les dijo que separaran las que tenían tonos azulados, amarillentos o otros tonos. Los que no fueron capaces de separar correctamente los matices, no fueron empleados en la construcción del banco.

Hacía falta haber encontrado un acceso que hiciese visitable la cisterna de debajo de la Sala Hipóstila ya que es un extraordinario espacio arquitectónico totalmente desconocido del público.

En general, lo que convenía a esta zona del parque era un mantenimiento continuado con inversiones anuales sucesivas, y con un personal muy cualificado y una dirección de obra asidua y evitar el gasto de gran volumen hecho de golpe.

Merecía una especial atención el encabezado del respaldo del banco y la línea horizontal a medio respaldo en los cuales figuraban incisiones y colores hechos por Josep María Jujol. El banco tenía que tratarse como una obra de arte, como si fuera una pintura de un gran maestro, en la cual no se pueden hacer actuaciones violentas o de la mano de personas no especializadas.

Joan Bassegoda Nonell, Hon. FAIA
Director de la Cátedra Gaudí

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