Ricardo González estuvo trabajando en La Pedrera. Con su experiencia, ha elaborado este interesante texto que nos acerca a algunos de los detalles del edificio.

"Las anotaciones siguen una visita convencional. Están pensadas para alguien que ya haya estado en La Pedrera. Podría entretenerme en más detalles, pero no son suficientemente interesantes, o no los considero tan interesantes como los que describo.
Espero os resulte interesante"
Un saludo,
Ricardo.

La Pedrera: Anecdotario de un Edificio

 


Ricardo González
 

A continuación voy a relatar todos los detalles que desprende este edificio y que durante una visita normal pasan desapercibidos. Detalles que ayudaran a entender mejor el edifico y apreciarlo en toda su plenitud. Están ordenados de forma que sigan un orden lógico y normal de una visita. Son una serie de consejos útiles para sacarle el máximo partido a una visita a la Pedrera.

Empezamos desde fuera, y situados en la acera, enfrente de la puerta situada entre Passeig de Gràcia y Provença, de forma que tengamos una buena perspectiva de la fachada. Nos quedaremos con tres detalles:

1. Es una rosa situada en la parte superior del chaflán, hecha de piedra y con una M encima, que pertenece a la inscripción que se puede apreciar y dice así: "Ave plena M dominus tecum" (Ave Maria llena eres de gracia). La rosa, así como la m, tienen dos interpretaciones: M= virgen Maria o Señora Milà y Rosa= Virgen del rosal o Roser Milà.

2. La gran cantidad de columnas, y sobretodo su forma curvada (para conseguir mayor resistencia), así como una de las columnas en Passeig de Gràcia, que está en medio de la calle (tuvo problemas burocráticos por ella dado que rompía la linealidad de la fachada).

 

3. Un consejo firme, fíjense en los techos del principal que se ven desde la calle, en su rica decoración (donde están situadas las oficinas de la Caixa de Catalunya; incluso se puede entrar, dado que es un cajero automático, y verlos de cerca). Realmente parece como si estuviéramos buceando debajo del mar.

Después de estos detalles, podemos entrar dentro de los patios. Se entra por la puerta de la calle Provença (dado que hay dos puertas de entrada).
Una vez en el patio interior de la calle Provença entraremos dentro del patio y nos detendremos en la pequeña rotonda que hay a la derecha. Es interesante apreciar una serie de cosas:

- En primer lugar: no hay ruido, hay mucha luz y hay mucha ventilación. Esto responde al concepto de Gaudí que quiere que la naturaleza entre en el edificio.

- Es interesante apreciar como abundan las columnas (parece una catedral gótica dado que solo hay columnas y ventanas). Además las ventanas son más grandes conforme más abajo están situadas (dado que para que entre la misma cantidad de luz tendrán que ser más grandes).

- Destacar la belleza de la gran escalera que lleva al principal (donde vivían los señores Milà)

- Dos detalles más: aunque estamos dentro del edificio, se observa una prolongación de la acera, con su bordillo (dado que dentro circularían los coches y carruajes), y el banco que en principio debe estar enfrente nuestro, que tenia una función práctica (esperar que el mayordomo saque el coche) y social (los vecinos podían bajar a charlar sin ser vistos desde el exterior).

 

En este punto continuamos la visita pero desobedeceremos a las azafatas que nos guían directamente hacia la buhardilla, y seguiremos el camino hacia el otro gran patio, el de Passeig de Gràcia. En nuestro camino nos encontraremos con una bajada a nuestra izquierda. Esta conduce a lo que antiguamente era el parking. Continuamos, y una vez situados en el centro del segundo patio se observa la similitud en los detalles: el diferente tamaño de las ventanas, la gran escalera que lleva al principal, y en este caso la rica decoración pictórica del patio (o lo que queda de ella). Desde aquí podemos volver a observar los techos de yeso realizados por Josep Mª Jujol, uno de los mas importantes colaboradores de Gaudí.

 

En este punto, y si disfrutamos de tiempo suficiente, es recomendable hacer una visita al principal. Este lo tienen abierto para diferentes exposiciones de arte, pero a nosotros nos interesa sobre todo los techos de yeso, su decoración, y el hecho de subir por la escalera diseñada para los señores Milà, lo cual nos permite tener una nueva perspectiva del patio interior.

 

Una vez finalizada la visita del principal, nos preparamos para subir al ático por una de las tres escaleras de servicio. Situados justo delante del ascensor para subir, a nuestra espalda quedarán unos ventanales. A través de ellos se puede ver la parte del edificio que da al patio interior de la isla de casas (en verano suelen abrirlos). Este goza también de decoración, dado que Gaudí entendía el edifico como una obra de arte, así cuida igualmente tanto la fachada exterior como la interior.

En principio las azafatas nos deben dar la opción de subir en ascensor o a pie, son 7 pisos, y, aunque es interesante ver esta escalera de servicio, podemos aprovechar y verla cuando bajemos.
Una vez hayamos subido al ático, llegaremos a la buhardilla o al piso, dependiendo del ascensor que tomemos.

Del piso de época destacar la decoración de los techos de yeso, en este caso la decoración es menor, porque antiguamente cuanto más alto se vivía, más barata resultaba la vivienda. Así mismo las puertas, y sobre todo la gran cantidad de iluminación natural que inunda todo el ambiente. Llaman la atención sobre todo las situadas entre el comedor y la sala de estar, correderas, para aprovechar el máximo de espacio, y que dividen dos ambientes con diferentes funciones. Igualmente la puerta que comunica la cocina con el comedor, también la realizó corredera, en un alarde de ingenio en la distribución espacial.
Finalmente destacar para los mas curiosos, que desde la ventana de la sala de estar, y mirando hacia la izquierda, se puede ver en la decoración del balcón una mascara de hierro.

Situados otra vez en la entrada del ático, destacar que está construido en ladrillo plano hecho a mano, y que consta de 270 arcos catenarios. Este espacio estaba destinado al servicio, y era donde venia a lavar la ropa y a tenderla. El agua que abastecía la buhardilla estaba contenida en cada una de las 6 escaleras en espiral de salida y que, a su vez, dan acceso a la terraza. Para que se secara la ropa, hay una serie de ventanas (antiguamente sólo existía el hueco de la ventana), situadas siguiendo una alternancia, una arriba, una abajo, etc. Esto favorecía la entrada de luz y la ventilación. Una vez estemos situados en la terraza y mirando hacia los patios interiores se podrá observar más claramente.
De esta parte sólo destacar dos planos originales y firmados por Gaudí que hay situados en el apartado de "La Pedrera", uno del parking (el de la izquierda), y otro de la fachada (el de la derecha). Comentar que si se fijan en este último, tiene una torre como la Casa Batlló, dado que los Milà querían una Casa Batlló, pero en grande. Finalmente Gaudí varió sutilmente los planes originales. También, si recordamos la rosa de piedra que vimos en la fachada, en la parte del chaflán, veremos que en este caso hay en su lugar una escultura, que representa la virgen y que finalmente no se colocó por discrepancias en el diseño de la misma.

Una vez visto esto podemos subir a la terraza. Lugar para disfrutarlo con tranquilidad, sobre todo si hace un día soleado. (Aconsejo sentarse en sus escalones y tomarse un tiempo para disfrutarla). Nada más salir al exterior lo primero que nos encontramos es un grupo de chimeneas decoradas con trozos de vidrio, si nos fijamos son las únicas con esta decoración. Al parecer esos vidrios son los restos de la fiesta de finalización del edificio, las botellas de champán que se utilizaron, Gaudí las rompió y las colocó en esta chimeneas tal y como se ve. Cuando lo vio la señora Milà, no muy amiga de las modernidades de Gaudí, le pidió que no lo colocara en el resto.

Si nos fijamos, la terraza no es plana, y esto es porque así Gaudí evitaba que el suelo se resquebrajara con los cambios de temperatura (como pasa en las terrazas actualmente). La valla que nos protege de caer a los patios interiores, originariamente no estaba, y cuentan que se coloco porque en los años 20 una de las sirvientas se cayó y se mató. Siguiendo nuestro recorrido es interesante asomarse al exterior y ver el Passeig de Gràcia, si miramos hacia abajo, veremos un paso de ronda, que cuenta con cuatro cúpulas. Realmente no se sabe su función, pero imita los pasos de ronda de los castillos medievales, desde donde vigilaban los soldados.

Ahora sí distinguimos con más claridad las 6 torres de salida, decoradas solo 4 de ellas con trencadís de color blanco; las dos que no están decoradas son las que dan al patio interior de la isla de casas, las que no se ven desde la calle.

Es interesante asomarse y tener una nueva perspectiva de los patios interiores. Desde algunas de esas torres podemos observar que salen unos arcos, cada uno de ellos apunta a una obra diferente de Gaudí y desde el situado en la torre mas al fondo a la derecha es muy bonito de ver la Sagrada Familia.

De la terraza llama la atención el hecho que los escalones están situados en la parte mas externa, de forma que si no hubiera la verja, correríamos un gran peligro.
Se han dado diversas interpretaciones a que representa la terraza, se ha dicho que representa un juego de ajedrez, que las chimeneas son Tuaregs y el desnivel las dunas del desierto, que las chimeneas representan guerreros musulmanes,y si observamos la parte de arriba de las torres todas tienen una cruz, con lo que representarian el cristianismo, y seria la eterna lucha entre cristianos y musulmanes...
Como curisidad comentar que George Lucas visitó La Pedrera antes de realizar la saga de Star Wars, y se dice que se inspiró en las chimeneas para crear los soldados imperiales y la figura de Darth Vader.

Finalmente destacar que en el grupo de chimeneas situadas ente el patio interior de Passeig de Gràcia y la escalera central de servicio, a media altura a la derecha si la miramos con el Passeig de Gràcia a la espalda, se observa el relieve de un corazón, justo en la parte opuesta hay un corazón con una lagrima, pues bien se cuenta que el primero es el corazón que apunta a Tarragona, a Reus o Riudoms, su pueblo natal, y el segundo apunta a la Sagrada Familia, la lágrima se ha dicho que es por la pena que el arquitecto siente al no poder ver acabada su obra principal.Con esto ya sólo nos queda aprovechar el viaje de bajada y ver la escalera de servicio por donde accedía el servicio.

Así concluye la visita y espero haya servido para conocer mejor este emblemático edifico y a su arquitecto, Gaudí.

Ricardo González